Ramón Teves y Jorge Segovia son fotógrafos tucumanos que forman parte del Colectivo Fotográfico “Plata Negra” y que el año pasado ganaron el financiamiento de un proyecto fotográfico a través de la “Beca a la Creación 2021” del Fondo Nacional de las Artes que depende del Ministerio de Cultura de la Nación; un programa que tiene como objetivo apoyar y promover la producción creativa de las artes y la cultura en la República Argentina.
El proyecto estuvo impulsado por la necesidad de mostrar la historia y la realidad del Mercado del Norte tras su cierre del año pasado. En el proyecto conjunto quisieron fotografiar a puesteros y trabajadores ya ubicados en otras zonas céntricas de la ciudad. “Abordamos este trabajo con una temática local, que nos afecta de forma directa a nosotros y a todos en su conjunto. La idea era presentar un proyecto en base a fotos de archivo y actuales, que se centrara en la entrevista de las personas que quieran hablar y retratarlos a ellos para hacer un rescate visual y social” explicó Teves a LA GACETA.
Los artistas buscaron narrar visualmente el entorno de la comunidad que rodea lo que ellos llaman “un cadáver de cemento en el centro de la ciudad” e intentaron visibilizar la identidad urbana de la sociedad. “Nos proponemos hacer una reconstrucción identitaria, comunitaria, a través de un documento visual” explicaron en la reseña del proyecto final.
En la producción fotográfica lograron plasmar “la identificación de un amplio sector de la sociedad, que trabajaba y se alimentaba gracias a este mercado desde mediados del siglo XIX. La clase trabajadora era quien lo mantenía vivo y quien lo sigue necesitando”.
Cuentan, además, que iniciaron sus investigaciones partiendo de documentos de archivo de LA GACETA, de estudios realizados por la Facultad de Arquitectura y de un proyecto que tiene la Municipalidad, cuya definición aún se desconoce.
En cuanto al motor movilizador del proyecto, destacaron que “somos muy visuales. Trabajamos con la paleta social de Tucumán. Lo urbano es lo que más nos atrae y ese monstruo de cemento parado cambió la fisonomía sociopolítica y cultural”.
“Al mercado siempre lo he recorrido, lo he transitado con mis padres y ahora con mi hijo. Me llevaba mi vieja como a muchos otros. Con mi hijo íbamos a una pizzería tradicional que ahora se instaló en la calle 24, pero no es lo mismo esperar una pizza de parado, crear el vínculo social con los puesteros” recuerda Teves.
Finalmente, destacaron que el proyecto está en ebullición “para ver hacia dónde lo dirigimos” y resaltaron que a pesar de la intención por mostrar la realidad de los puesteros, “la relación social que tenían ellos dentro del Mercado no es conocida por nadie; culturalmente lo han cercenado. Y a nosotros nos han privado de esa aproximación. Hay seis generaciones en el mercado que han sido quebradas culturalmente” concluyó Teves. (Producción periodística: Graciela Di Vico)